Llega el verano y no hay nada más rico y refrescante que comer un buen helado. Y qué es mejor que un helado hecho en casa, artesanal, con todo el sabor de la fruta.
Además de necesitar pocos ingredientes, es muy fácil de hacer, y (la mejor parte) ¡es sumamente sano! No lleva ningún tipo de conservante ni materia grasa, a diferencia de los comprados en el super, así que no vas a tener que preocuparte por no romper la dieta.
Esta receta pertenecía a mi tía Sandra, y es a través de esta que la recuerdo.
En mi casa mi padre se volvió adicto a este helado, y eso que él es una persona difícil de complacer, así que ¡imagínense lo bueno que quedará!